La más famosa y apreciada de las obras de Gerald Genta nació en 1976, cuando el gran diseñador italo-suizo propuso a los ejecutivos de Patek Philippe un modelo innovador, cuyo estilo se inspiraba en los ojos de buey de los transatlánticos de lujo. El nombre, Nautilus, hace referencia al legendario submarino del Capitán Nemo, cuya resistencia al agua es emulada por Patek Philippe gracias a una refinada construcción monobloque de la caja, que permite al Nautilus combinar una resistencia al agua de 12 atmósferas -muy notable para su época- y grosor reducido del reloj, en beneficio de la portabilidad y la estética.

Existen numerosas versiones del Patek Philippe Nautilus: este reloj, inicialmente diseñado para ser de acero, también se fabricó con caja y brazalete de oro amarillo, oro rosa, caja de oro y correa de piel, con bisel de diamantes… Las variaciones tienen También influyó el movimiento: hay Patek Philippe Nautilus con complicaciones como el cronógrafo o, en la referencia 5712, las fases lunares. La referencia 5711 continúa con el estilo limpio de las referencias anteriores 3700 y 3710, añadiendo un fondo de caja transparente para admirar su sutil movimiento. El Patek Philippe Nautilus se encuentra actualmente en producción en una versión con esfera verde, con la referencia 5711/1A-014.

El Patek Philippe Nautilus, como muchos relojes de lujo muy apreciados en la actualidad, no disfruta de un éxito inmediato. Los primeros modelos lucharon por venderse y el público no entendía este reloj de orejas anchas. Recientemente, el Patek Philippe Nautilus ha visto dispararse sus precios. Hoy en día el precio para quien quiere ponerse un Patek Philippe Nautilus en la muñeca es muy alto: es un reloj que se puede encontrar a precios incluso muy superiores a los de lista.